lunes, 13 de diciembre de 2010

Trabajo de Navidad

El Quijote y las PAU (Preguntas que incluyen comentario de texto)

1. Comente el siguiente fragmento del Quijote (II, 64), relacionándolo especialmente con el temperamento de don Quijote en la segunda parte del libro.
[3 puntos por el contenido; 2 puntos por la capacidad de argumentar y estructurar coherentemente el comentario]
—Vencido sois, caballero, y aun muerto, si no confesáis las condiciones de nuestro desafío.
Don Quijote, molido y aturdido, sin alzarse la visera, como si hablara dentro de una tumba, con voz debilitada y enferma, dijo:
—Dulcinea del Toboso es la más hermosa mujer del mundo y yo el más desdichado
caballero de la tierra, y no es bien que mi flaqueza defraude esta verdad.
Aprieta, caballero, la lanza y quítame la vida, pues me has quitado la honra.
—Eso no haré yo, por cierto —dijo el de la Blanca Luna—: viva, viva en su entereza la fama de la hermosura de la señora Dulcinea del Toboso, que sólo me contento con que el gran don Quijote se retire a su lugar un año, o hasta el tiempo que por mí le fuere mandado, como concertamos antes de entrar en esta batalla. […]
Levantaron a don Quijote, descubriéronle el rostro y halláronle sin color y trasudado. Rocinante, de puro malparado, no se pudo mover entonces. Sancho, todo triste, todo apesarado, no sabía qué decirse ni qué hacerse: parecíale que todo aquel suceso pasaba en sueños y que toda aquella máquina1 era cosa de encantamento. Veía a su señor rendido y obligado a no tomar armas en un año; imaginaba la luz de la gloria de sus hazañas escurecida, las esperanzas de sus nuevas promesas deshechas,
como se deshace el humo con el viento.
1. máquina: ‘representación’, ‘montaje’.

2. Comente el siguiente fragmento del Quijote (II, 3), relacionándolo con las ideas cervantinas sobre la novela.
[3 puntos por el contenido; 2 puntos por la capacidad de argumentar y estructurar coherentemente el comentario]

—Ahora digo —dijo don Quijote— que no ha sido sabio el autor de mi historia, sino algún ignorante hablador, que a tiento1 y sin algún discurso se puso a escribirla, salga lo que saliere, como hacía Orbaneja, el pintor de Úbeda, al cual preguntándole qué pintaba respondió: «Lo que saliere». Tal vez pintaba un gallo de tal suerte y tan mal parecido, que era menester que con letras góticas escribiese junto a él: «Éste es gallo». Y así debe ser mi historia, que tendrá necesidad de comento para entenderla.
—Eso no —respondió Sansón—, porque es tan clara, que no hay cosa que dificultar en ella: los niños la manosean, los mozos la leen, los hombres la entienden y los viejos la celebran; y finalmente, es tan trillada y tan leída y tan sabida de todo género de gentes, que apenas han visto un rocín flaco, cuando dicen: «Allí va Rocinante». Y los que más se han dado a su letura son los pajes: no hay antecámara de señor donde no se halle un Don Quijote, unos le toman si otros le dejan, éstos le embisten y aquéllos le piden. Finalmente, la tal historia es del más gustoso y menos perjudicial entretenimiento que hasta agora se haya visto, porque en toda ella
no se descubre ni por semejas2 una palabra deshonesta ni un pensamiento menos que católico.
1. a tiento: ‘a ciegas’.
2. ni por semejas: ‘ni de lejos’.
1. Describa brevemente las tres salidas de don Quijote a lo largo de las dos partes del
libro.[2,5 puntos]