
En su Curso sobre El Quijote, Vladimir Nabokov explica lo interesante que podría ser una batalla final entre el Quijote de Cervantes y el Quijote de Avellaneda. ¿Qué habría pasado? Así nos lo cuenta Cecy:
Estaban ya los dos caballeros preparados para la sangrienta batalla, propuesta por el Quijote de Avellaneda, cuando éste le dictó las bases de la lucha a nuestro héroe.
Le dijo que si perdiese debería retirarse a un convento, ponerse el hábito y rezar Laudes, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas y Completas hasta que el señor se lo llevase con él. También le pidió todos sus méritos como hidalgo caballero, que pasarían a ser de Don Quijote de Avellaneda, aumentando, así, su reputación. Y por último, exigió a Sancho como escudero, a Rocinante como caballo de repuesto y a su querida Dulcinea como amante.
Al empezar la batalla, nuestro héroe se olvidó de preguntar cuál era su recompensa si ganaba. Le consumían los nervios y no dejaba de atormentarle la posible pérdida de sus fieles acompañantes, y sobretodo de su amor. Fue tal su estado de ansiedad, agobio y confusión que antes de que la lanza de su contrincante rompiese en su cuerpo, sufrió un colapso general y cayó redondo al suelo.
Nunca sabremos qué hubiese pasado si nuestro Quijote hubiese ganado.
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